Gil Toll
A fines de la década de los 50 una sola mujer periodista tenía un programa propio en la televisión americana de máxima audiencia. Se llamaba Lisa Howard y su cadena era la ABC. No se conformaba con un papel de florero, ni mucho menos. Aspiraba a entrevistar a los máximos líderes mundiales y ponía en ello una gran tenacidad. Ese carácter le llevaría a una posición insólita de mediadora entre el presidente Kennedy y Fidel Castro. Así lo narra Rick King, el director del documental “Kennedy y Castro: la historia secreta”.
La primera entrevista de alcance mundial de Linda Howard fue con el líder de la URSS, Nikita Kruschev, a quien abordó en las calles de Viena cuando el líder soviético caminaba con su séquito. El mismo ministro de exteriores, el legendario Andrei Gromyko, hizo las veces de traductor para unas preguntas con aire de informalidad e improvisación.
A partir de este éxito, Howard se propuso como objetivo entrevistar a Fidel Castro. Pasó meses y algunos años mandando sus peticiones a La Habana mientras tenían lugar acontecimientos decisivos como la invasión de la bahía de Cochinos y la crisis de los misiles de 1961. En 1963 tuvieron lugar unas negociaciones para liberar a presos de la operación frustrada de invasión de Cuba. En ese contexto, Lisa Howard obtuvo su deseada entrevista con Fidel en el hotel Riviera de La Habana. En la entrevista se trata el tema de las relaciones de Cuba con los Estados Unidos y Lisa queda prendada por el carisma del líder cubano. Hasta tal punto fue así que redactó una carta dirigida a Fidel Castro en la que le ofrecía su lealtad y se proponía para trabajar por la mejora de las relaciones cubano estadounidenses, consciente de las líneas rojas que traspasaba con la misiva.
Al volver a los Estados Unidos, Howard transmitió su idea de actuar como mensajera entre los dos países al director de la CIA, un documento que se muestra en el film con la anotación de haber sido revisado por el propio presidente Kennedy.
La ocasión para ejercer este papel de mediadora llegó con la Asamblea anual de la ONU, cuando organizó un encuentro en su piso de los diplomáticos Carlos Lechuga y William Attwood, ambos también antiguos periodistas. De ese encuentro surgió el compromiso de un encuentro de Attwood con Fidel Castro en La Habana. La fecha de la reunión no terminaba de fijarse y Lisa Howard llegó a recibir llamadas del propio Fidel Castro en su apartamento recabando información.
Otro periodista se vio en aquellos días con el presidente Kennedy. Se trataba del francés Jean Daniel, que debía volar a La Habana a continuación. Daniel participa en el documental y atestigua que el presidente Kennedy le transmitió un mensaje de reconciliación para Fidel Castro. Es más, el presidente lo expresó en un discurso público y puso como condiciones que Cuba cortara sus relaciones con la URSS y que dejara de promover la revolución en Latinoamérica. Kennedy pensaba que Castro había quedado decepcionado con la URSS por el fin de la crisis de los misiles en el que Kruschev no tuvo en cuenta a su aliado caribeño. Ese distanciamiento podía conducir a un cambio de bando, especula el documental.
Llegó entonces la fatal fecha del 22 de noviembre de 1963 en que John F Kennedy se dirigió a Dallas para un corto viaje de escaso contenido político. Ese día, Jean Daniel se encontraba con Fidel castro en Cuba y fue testigo de la llamada telefónica que anunció el atentado al líder cubano. Fidel manifestó inmediatamente el temor a que Cuba fuera culpada del magnicidio, tal como sucedió.
Lisa Howard entrevisto para su programa de ABC al diplomático Carlos Lechuga, quien lamentó la muerte de Kennedy y la paralización de los contactos entre los dos países. Lyndon Johnson asumió la presidencia de los Estados Unidos a continuación y las conversaciones con Cuba le parecieron un estorbo para sus inminentes planes electorales, por lo que las dejó aparcadas.
Howard no se conformó y volvió a La Habana para entrevistar nuevamente para ABC a Fidel Castro, a quien preguntó ante las cámaras por la posibilidad de reconciliación con los Estados Unidos. No contenta con la entrevista, Lisa Howard firmó una carta conjunta con Fidel Castro en la que se emplazaba a Johnson a reiniciar los contactos. Un documento que fue aparcado en la Casa Blanca, que también enfrió su contacto con la periodista.
Entonces decidió dar un nuevo giro a su carrera y se adhirió al partido Demócrata dando su apoyo público a un candidato. La ABC no consintió la nueva actividad de una de sus estrellas y la despidió. Howard se deprimió, intentó refugiarse en su familia pero acabó ingresando en el hospital y, finalmente, se suicidó con un centenar de pastillas para dormir en 1965. El documental se proyectó en la 2 de TVE el pasado 3 de agosto y puede verse en la web hasta el próximo día 10.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/documenta2/documenta2-kennedy-castro-historia-secreta/3268692/
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