Cazarabet Conversa con José Marti.
-José, contar aquello que pasa de manera clara y plácida, pero al mismo tiempo haciéndose las preguntas directas, precisas y demás es lo pertinente, pero hacerlo con minuciosidad, rigor…todo esto bien conjugado, sí, engrandece y hace del “oficio de periodismo” el más bello…tener el placer de contar todo y de todos…Ver, oír y escuchar (que es diferente) y después escribir…
-Siempre he dicho que el periodismo me ha permitido vivir muchas vidas: la de las muchas gentes que he conocido. Triunfadores y perdedores. Gente decente y gente golfa. Creo que muchas veces más que preguntar el periodista lo que ha de hacer es escuchar, dejar fluir la conversación en la voz de la persona que tiene enfrente. Hay en muchos periodistas un exceso de protagonismo. El periodista se ha de acercar al personaje con humildad. Si es un científico, diciéndole que sabes poca cosa del tema y agradecerás su ayude. Eso funciona más que si vas de experto. Si no sabes nada o poco del tema te lo descubre el entrevistado a los cinco minutos de conversación.
– Escribir, primero contar la historia, pero también abriendo interrogantes, dudas que el periodista deberá tratar de resolver, investigando, sabiendo preguntar y a quién preguntar…
-El reportaje, te permite a través del relato de muchas voces, reconstruir con cierta exactitud una historia. La entrevista es un género en el cual el entrevistado solo dice lo que le interesa decir. Siempre he dicho que no hay buena entrevista si no hay buen entrevistado. Los buenos entrevistados agradecen que no vayas con cuestionario y menos todavía con preguntas extraídas de entrevistas ya publicadas. Agradecen la conversación que fluye con naturalidad.
-Pero el cronista, el periodista, sea cual sea su estilo, más “contador puro” o un poco más literario deberá ofrecer salidas al propio lector para que éste también realice cierto trabajo intelectual, ¿no crees?….
-Claro. Sea el género que sea que practique el periodista lo que ofrece al que sigue su trabajo es la opinión del entrevistado, el ambiente del reportaje, la opinión en la columna… de forma bien estructurada. La objetividad no existe pero si debe existir el rigor en los datos. Luego, el ciudadano debe completar el trabajo.
-Porque no hay que “tratar” nunca como de “tontos” a los lectores, ¿no? Se trata de tratar con dignidad como querrías ser tratado tú…
-Ocurre que el lector que compra un diario suele leerlo en un 50% y muchos periodistas solo leen de su diario lo que ellos han escrito y otros diarios ni los miran. La dignidad hacia el lector, el oyente o el televidente debería ser una práctica común.
-Pero hoy en día, aunque hay muchas excepciones….con todo lo de las tertulias de radio, de programas de televisión en “prime time” o de las columnas en diferentes medios de prensa digital o escrita…bueno, te diría que me da que hay mucho “divismo”, muchos periodistas que se miran al ombligo, mucho corporativismo entre ciertas familias cuando conviene….Eso, además de poco edificante es triste, genera como un “poso” de adrenalina acumulada en la garganta….(creo que, en la actualidad es lo que más está carcomiendo al periodista como persona)
-Como otros muchos profesionales, el periodista es un reflejo de la sociedad. Y como en todo colectivo, hay de todo. Imbéciles hay bastantes. Corruptos, un montón. Honestos también los hay. Como en todas partes. El periodista que va de divo es mal periodista. Otra cosa es que por su repercusión mediática haya periodistas estrella. Los buenos son estrellas sin comportarse como tales.
-Porque al periodismo como tal, la profesión como depende de las empresas y estas del capital, de las “ventas”, de la publicidad y, en definitiva, de quien las sostiene…pues es que hay cosas que el periodista, por bien que cuente las noticias y por digno y ético que sea, siempre dependerá de la empresa…y eso sin contar con la “línea editorial” del medio que cada vez, la verdad, ésta se comporta como un bipolar…
-Siempre ha sido así. La cuestión estriba en saber a qué ideología responde a cada medio y que cada lector o cada oyente compre el periódico o escuche la radio afín a sus ideas. Lo que ese medio debe respetar es que la información sea veraz. Sus opiniones deben ir en la línea editorial. Una vez pescaron en un pub al premier laborista Harold Wilson leyendo el diario conservador. Usted leyendo este diario, le dijeron. Leo la información porque es muy buena y los editoriales me los salto porque ya sé que me atacan, respondió. Es bueno, en una sociedad democrática, que haya medios de información de distinta ideología y que cada ciudadano pueda elegir.
-Es que la incursión política, utilizando a las empresas (que se entrelazan con políticos y propietarios de medios) y a la publicidad (tanto institucional como privada) está presente en la prensa de las pequeñas, medianas ciudades, comarca, provincia….hasta en las grandes ciudades en las que se cubre la información de todo un Estado… Así, lo que debería ser “anormal”(como las llamadas de presidentes de Diputación, Comunidades…etc, )se asume como algo “normal”. Es lo que hay, aunque se remuevan las tripas…..
-Pues sí: eso es lo que hay pero también es cierto que hay excepciones. En el epílogo de mi libro Javier del Pino y Jordi Évole explican bien como se pueden abrir brechas en medios de comunicación proclives a lo que tú dices. No es fácil, pero es posible.
-Las nuevas tecnologías fueron la puntilla para ciertos medios, sobre todo los de prensa escrita y por pura lógica. La gente quiere inmediatez y quien paga el día siguiente por lo que puede ir leyendo, de manera inmediata, en casa cómodamente…
-De todos los medios de información barrunto que la prensa escrita es la que está viviendo un momento más grave. En este país que se ha habituado a la gratuidad informativa no será fácil hacerle pagar a la ciudadanía cuando la prensa en papel se recicle. Creo que solo sobrevivirá la prensa de mucha calidad (además de la prensa muy local) con tirajes bajos pero anuncios caros dirigidos a un lector culto y con capacidad de consumo.
-De todas maneras, el oficio periodístico también se ha caracterizado, tristemente, por “hacer leña” de numerosos árboles caídos….Por ejemplo llama mucho la atención que, en torno a ciertos casos de corrupción, ahora todos lo saben todo y dicen saberlo desde hacía tiempo….
-Es lo más cómodo. El caso Pujol es lo más paradigmático pero hay otros muchos casos como él, sin ser tan de primera página. El periodista veterano con agallas para enfrentarse al poder va desapareciendo de las redacciones y la gente joven en precario no está para el martirio.
-Sobre las “vendettas”, también se debería de hacer examen de conciencia, ¿no?. Entiendo que un/a periodista se pueda cabrear y mucho si te intentan ridiculizar en una rueda de prensa, pero no me parece lo más elegante ponerse a increpar con “seguidillas” a la persona “X” la que sea al menos en los informativos, tertulias y demás…otra cosa son los “programas o medios satíricos”…
-El tertuliano es nefasto. De mis años en Londres retengo la anécdota del día que telefonea un especialista en la India para pedirle su opinión sobre una masacre en un templo sihj. Había escrito veinte libros sobre la India pero me dijo que no podía opinar porque el incidente era religioso y ese tema no lo había estudiado. Recuerdo a ese especialista siempre que escucho a tertulianos opinar o insultar a sus oponentes hablando de terrorismo, el precio del petróleo, la crisis o la caza de ballenas.
-Aún con esto es un oficio preciso que te ha llevado a vivir experiencias profesionales y vitales de excelencia, ¿no es así?
-Siempre digo que al periodismo le agradezco el haberme permitido vivir muchas vidas. Si te acercas a las personas o a las situaciones con el folio en blanco, dispuesto a escuchar, aprendes mucho y maduras mucho porque tanto en las vidas “sabias” como en las vidas humildes se esconde mucha riqueza (y mucha miseria humana también)
-Creo humildemente que si puedes estudiar Periodismo o Ciencias de la Información o alguna filología, perfecto…cualquier licenciatura que te ayude a saber contar lo que ves, oyes y escuches mucho mejor…mejor que mejor, pero yo creo que el periodista más que nacer, por encima de todo, se hace…
-No tengo nada más que añadir. Estoy absolutamente de acuerdo
-Otra cosa son los que estudiando, por ejemplo, economía o derecho quieren desde ahí contar lo que pasa en estos campos…eso es otra cosa creo imprescindible y que, en ciertas áreas le da al medio un prestigio y la rigurosidad que necesita…
-Es gente necesaria en todos los medios más como especialistas que como periodistas en la batalla del día a día que, eso sí, en áreas muy concretas como ciencia, economía o religión, por poner tres ejemplos, deben contar con periodistas que sepan del tema.
-También está la gente que sin tener estudios relacionados con el periodismo se meten en él desde las revistas de los colegios, institutos, pueblos, barrios y que van haciendo….se les suele tratar entre lo que el colectivo de periodistas llaman “tribu” como “intrusistas”….¿cómo ves esto?. Por otra parte, creo que esto, en manos según de qué persona, es muy bueno porque uno/a aprende a ”contar noticias” desde abajo , desde casi el subsuelo y va subiendo y aprendiendo poco a poco y de todos los sitios. Esto también tiene mucho de positivo…
-No creo en los estudios de periodismo. Creo que el periodismo se ha de aprender en las redacciones. El periodismo al que tu te refieres, el del periodismo ciudadano, es positivo porque acerca a las redacciones hechos que pueden pasar desapercibidos. Ese periodismo necesita del filtro del profesional. Muchas buenas redacciones de los años 70 se formaron a partir de gente joven que empezó colaborando como corresponsal de pueblo. Por poner un nombre conocido, Xavier Vinader
-Periodismo a pie de calle, el que conversa, el que dialoga, escucha , sabe mirar y que al final sabe elegir y acercarse al área que mejor se le da…esto hace mucha falta, pero para ello la humildad debe estar muy, muy presente…
-La humildad debe estar siempre presente en el trabajo del periodista. No puede ir de sabio ni prepotente pero tan importante como eso es tener ganas de trabajar. Todos los periodistas dicen que quieren hacer reportajes pero un 90% de ellos hacen un par y lo dejan porque el reportaje es duro de pelar.
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