Comentario

Federico Joly y Velasco, fundador de Diario de Cádiz.

Alberto Ramos Santana*

El 16 de junio de 1867 apareció el primer número de Diario de Cádiz, iniciativa de Federico Joly y Velasco que ha perdurado, sin interrupciones, hasta hoy en las manos de la familia Joly, siendo el germen del Grupo Joly, empresa familiar dedicada a la comunicación que publica, en la actualidad, nueve periódicos, tres en la provincia de Cádiz y uno en las restantes provincias andaluzas, a excepción de Jaén. Se puede decir, sin temor a errar, que el Grupo Joly nació de la iniciativa del fundador de Diario de Cádiz, Federico Joly y Velasco, quien tuvo, a comienzos de la segunda mitad del siglo XIX, una idea clara de cómo debería desarrollarse la prensa en su época.

Posiblemente por eso, por la claridad y la importancia del proyecto de Federico Joly, sorprende que de su vida, sobre todo de sus orígenes, se sepa poco. Y es que el nacimiento del impresor y periodista Federico Joly y Velasco está envuelto en cierta nebulosa. Se sabe con seguridad que nació en la ciudad de San Fernando en 1829 -aunque otras fuentes señalan a 1826- y mientras que se conoce con certeza que era hijo de Manuela Velasco y Moya –al parecer isleña, pero originaria de la provincia de Huelva-, tradicionalmente se ha escrito –y así lo hacía su hijo con motivo del cincuentenario del periódico- que Manuela Velasco casó con un oficial francés de los llegaron a España en 1823 con la famosa expedición de los Cien Mil Hijos de San Luis, ejército que hasta 1828 se quedó en España. Pocos datos se conocen del militar francés Joly, tan sólo que se llamaba Carlos y que poco después se trasladó a los Estados Unidos de América falleciendo en Nueva Orleans. Sin embargo, otras fuentes dicen que el militar era español, lo que devuelve la sensación de misterio que rodea a la figura del padre de Joly y Velasco.

Sin que aparezcan más referencias al padre, la biografía trazada sobre Federico Joly dice que siendo todavía un niño comenzó a trabajar en la Imprenta y Litografía de la Revista Médica, propiedad de la firma Oneto y Compañía, que dirigía Francisco Oneto y Custo, y que estaba situada en la calle de la Bomba (hoy Ceballos). Cuando murió Francisco Oneto, sus herederos acordaron la venta del negocio en unos años a Federico Joly, que desde algún tiempo antes había sido nombrado encargado general de la Imprenta. Poco antes del traspaso final de la imprenta, Federico Joly había fundado Diario de Cádiz, cuyo primer número, editado el 16 de junio de 1867, no se imprimió en la imprenta en la que trabajaba Joly, sino en la cercana Imprenta Luque, situada en la calle de la Bendición de Dios, esquina a la de Enrique de las Marinas, seguramente, para evitar problemas con los responsables de otros periódicos gaditanos que se editaban en la imprenta de la Revista Médica. Esta situación apenas duró un año, pues, cuando Federico Joly tuvo la plena propiedad de la imprenta, el diario comenzó a editarse allí, en principio manteniendo la denominación Imprenta y Litografía de la Revista Médica, aunque más tarde se añadió también Imprenta del Diario de Cádiz.

El nacimiento de Diario de Cádiz se produjo en un período que no era fácil para los periódicos debido a la nueva legislación emanada del gobierno de Narváez sobre la responsabilidad de editores y periodistas. En una ciudad donde proliferó la prensa de partido, Diario de Cádiz apareció como un periódico independiente en la línea del nuevo periodismo atenta a los intereses materiales y de los ciudadanos. El nombre completo del periódico era Diario de Cádiz y su Departamento. Periódico de noticias nacionales y extranjeras, mercantil, literario y de anuncios, y sus objetivos los marcó Joly en el editorial del primer número al escribir que sería un periódico estable, independiente, constructivo y al servicio de los intereses generales de la ciudad y su provincia.  Por ello, por la identificación de la línea editorial con los intereses gaditanos, el periódico alcanzó pronto gran aceptación y popularidad y, como consecuencia, su continuidad hasta hoy.

Siendo Joly y Velasco un gran tra­bajador, conocedor de su tiempo, prefirió mantenerse como editor e impresor nombrando como directores del periódico a personas de prestigio, hasta que en 1878 se hizo cargo de la dirección su hijo Federico Joly y Diéguez, continuando Joly y Velasco ejerciendo de editor hasta que la enfermedad le apartó de las actividades de la imprenta y edición del periódico. Un año después de la celebración del cincuentenario del periódico, fallecía el 20 de octubre de 1918.

* Universidad de Cádiz

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